Dentro de las II Jornadas de Represión Franquista en Villarrobledo, organizadas por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca (Armhc), la ciudad se convirtió durante el fin de semana en un lugar reivindicativo del espacio físico para poder honrar y conocer a los más de 300 vecinos de esta localidad asesinados por la dictadura franquista, en los Barreros, los fusilados en Villarrobledo y Albacete, así como los asesinados sin fusilamiento en las cárceles locales y la prisión de Albacete.
Del mismo modo y, a través de las diferentes ponencias celebradas en el Mercado de Abastos, se pudo conocer la historia que rodeó estos asesinatos desde una óptica diferente a la que se ha venido conociendo hasta la fecha.
Así, familiares de los fallecidos vivieron una jornada histórica, al obtener por primera vez desde hace más de 70 años, autorización para levantar un monumento en el que figuren los nombres de todos aquellos que fueron asesinados y arrojados a los barreros.
El acto de imposición de flores, en el barrero en el que ha venido llevando a cabo trabajos de prospección la Armhc, y en el que se ha confirmado la existencia de restos humanos, resultó altamente emotivo entre los familiares que nunca tuvieron la ocasión , ni una referencia clara de donde depositar flores a sus muertos.
Máximo Molina dio lectura al manifiesto elaborado para la ocasión, y en el que se destaca: «En abril, siempre en abril, 80 años ya de la Segunda República, aquí estamos con dignidad para homenajear a aquellos que defendieron la República, y los valores que representaba».
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